Actualiza tu imagen corporativa rediseñando el logotipo.
En muchos casos el plan de Marketing incorpora entre sus recomendaciones rediseñar un logotipo. No se trata de desechar la identidad corporativa, sino de darle una nueva vida que estimule un renovado comienzo, seguir potenciando lo conseguido y afianzar nuestra identidad. ¡La marca se renueva para mejorar!
Vamos a dar unas pautas que debemos seguir los diseñadores para encarar de manera óptima los proyectos de rediseño del logotipo de una marca:
Primero: Logo reconocible.
Es esencial que la marca siga siendo reconocible para el público, incluso debe hacerse coexistir la nueva con la anticuada para facilitar la transición si fuera necesario. El diseño debe cuidar los elementos que se asocian más con la identidad corporativa.
Por ejemplo si nuestro logo se basa en unas iniciales muy concretas a lo mejor es muy arriesgado prescindir de ellas y más, por ejemplo, si es el propio nombre completo de la marca quien protagoniza el logotipo.
Segundo: No perder la singularidad.
Hay que potenciar la singularidad del logotipo que ya tenemos. Si detectamos que posee algo que lo hace diferente y único, que le da personalidad, es mejor aprovecharlo. No tratemos de ser tan creativos que perdamos la identidad conseguida con el tiempo al actualizar nuestra marca.
Tercero: Historia y evolución.
Podemos recuperar la historia de nuestra imagen corporativa, echando la vista atrás y reinventando una versión anterior del logotipo. Rediseñamos la imagen basándonos en su evolución, pero dándole un trato nuevo para que quede renovada, fresca y evolucionada. Algunos logotipos han propuesto en algún momento un cambio radical y al final vuelven a una idea anterior para beneficio del público que echa de menos aquello que la identificaba.
Cuarto: Logo legible.
Tenemos que adaptar las tipografías, formas y colores a un nuevo diseño limpio y sencillo. El rediseño de la identidad corporativa debe sumar eficacia y eliminar aspectos superfluos del logo.
Mejorar la lectura del logotipo es indispensable, la legibilidad no debe perjudicarse.
Quinto: Nuevas tendencias.
Consultemos las nuevas tendencias de diseño y aprovechemos para que nuestro nuevo logotipo se enmarque en formas actuales, no quedarse obsoleto ni anclarse en el pasado es vital para renovar nuestra identidad corporativa.
Muchos rediseños no están exentos de polémica, con partidarios del resultado del nuevo logotipo o retractores que defienden el anterior. En cualquier caso el cambio debe obedecer a un objetivo de comunicación marcado en nuestro plan de Marketing y no a una ocurrencia sin base alguna. Nosotros recomendamos que consultes con especialistas a la hora de abordar un cambio en tu identidad corporativa, te aconsejarán y propondrán las mejores soluciones.